Ante la peor ola de inseguridad en los últimos 50 años, comienza a trabajar la Guardia Nacional con una transferencia de militares a tareas policiales para tener mayor presencia, pero sin cambiar otras tareas cruciales como son la investigación y la persecución de delitos. Las últimas cifras de inseguridad al mes de mayo según el Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran un crecimiento en cinco de los siete delitos que más impactan a la población. Comparado con 2018 por cada 100 mil habitantes (pc100h) el robo en transporte público tiene un incremento de 39%, el secuestro presenta un aumento de 26%, el robo a transeúntes 16%, las violaciones 11% y los homicidios dolosos 1.2%; sólo dos delitos presentan una disminución: el robo a casas habitación -2% y el robo a vehículos -10%. La Guardia Nacional que presume ser una agrupación civil en realidad es militar dado que todos sus mandos lo son, incluido el coordinador de la Comandancia de la Guardia Nacional que es un general que apenas se está retirando. La Guardia Civil comenzó a operar con 70 mil elementos donde 60% son soldados rasos, 15% marinos y el resto de la policía federal y la Gendarmería. Tras el fracaso de la gendarmería de Peña Nieto donde esperaba formarla con cien mil elementos y al final terminó operando con 37 mil, mil menos que los que terminaron con Calderón, este incremento al doble parecería ser importante pero realmente sólo se nutre de los militares que ya hacían trabajo presencial en varios estados del país. Esta composición mixta entre militares y policías federales suscito el primer problema cuando a cientos de policías militares se les negó integrar la Guardia Nacional porque no cumplían con los requisitos como tener peso por encima de lo estipulado, y otros policías se negaron a entrar porque se les recortaba el salario y prestaciones ya que para los militares si implica un incremento en el salario pero no así para la Policía Federal que durante el gobierno de Calderón se trató de mejorar sus prestaciones para tener una policía más profesional. AMLO siempre ha desdeñado el trabajo de la Policía Federal, probablemente porque fue creado por Zedillo y reforzada en el gobierno de Calderón, en varias ocasiones los ha señalado de corruptos e ineptos y nunca se les incorporó en la planeación de la política de seguridad del nuevo sexenio. La Guardia Nacional mantiene la mayoría de las atribuciones que tenía la Policía Federal por lo que solo parece que será un cambio de nombre e incorporará a los militares que venían ya realizando labores de patrullaje. Existen dudas sobre si con la Guardia Nacional aumentará la violación a los derechos humanos por la misma naturaleza de los militares que no están preparados para realizar tareas de la policía y que en esencia solo es aumentar la presencia policiaca en los estados, pero no se modifican instituciones como la Policía de Investigación ni en aquella que se dedica a la persecución de los delincuentes.
Comentarios