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  • Carlo Varela

Temas al 12 de Enero del 2023

Actualizado: 19 ene 2023

La captura de Ovidio es una concesión al presidente de Estados Unido ya que el gobierno mexicano no lo quería detener. Después de tres años del “Culiacanazo”, el gobierno federal capturó a Ovidio “Chapito” Guzmán, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, con una fuerte dosis de violencia, si bien en 2019, López Obrador ordenó que lo liberaran para evitar un baño de sangre, ahora el ejército llevó a cabo la captura utilizando armamento de alto poder (helicóptero artillado, decenas de militares y miembros de la Guardia Nacional) que dejó 29 muertos (10 militares), decenas de heridos, más de 300 vehículos quemados. Ovidio Guzmán era uno de los pilares del Cártel de Sinaloa, liderazgo que comparte con sus hermanastros (Iván Archibaldo, Jesús Alfredo y Joaquín). La captura parece ser más una petición al gobierno de Estados Unidos ya que el presidente Biden está muy presionado por la opinión pública por el crecimiento inusitado del Fentanilo (el gobierno americano incautó suficiente fentanilo como para matar a toda la población de aquel país) y causó la muerte de más 100 mil estadounidenses el año pasado y el Cartel de Sinaloa es uno de los principales distribuidores de esta droga, por lo que el gobierno de Estados Unidos había pedido su captura con fines de extradición desde 2019. Durante más de tres años, el gobierno mexicano no realizó ningún operativo para detenerlo, inclusive la fiscalía general de la República no cuenta con ninguna orden de aprehensión en su contra y mientras defendía que la captura se debió a una estrategia con más de seis meses de planeación, sus reportes señalaron que lo detuvieron solo porque se negó en un retén a ser revisado, por lo que huyó y entró en un domicilio donde fue perseguido y capturado. Por lo pronto un juez ha detenido la inmediata extradición hasta revisar los procedimientos legales y esperar si el gobierno mexicano le abre un proceso o que lo enjuicie solamente por portar armas exclusivas del ejército mexicano.

La captura de Ovidio no cambiará la política del gobierno mexicano ni la del Cartel de Sinaloa. De la captura de Ovidio se especuló que: a) es un cambio en la política del gobierno de “abrazos no balazos” y que ahora el gobierno sí combatirá a las organizaciones criminales; b) que romperá el pacto entre el Cártel de Sinaloa y el gobierno mexicano por lo que el Cártel puede tomar revancha publicando los acuerdos que se hicieron con AMLO, y c) que su captura podría romper el equilibrio interno y se dividiría el cártel como sucedió en el 2009 cuando la fracción de los Beltrán Leyva se separó del Cártel de Sinaloa aumentando la violencia en el país. Si bien el gobierno mexicano ha incrementado las detenciones de capos durante 2022, estos se han enfocado en líderes regionales principalmente del Cártel de Jalisco Nueva Generación (“Don Carlos”, “Chopa”, “85”), solo el “Gato” líder municipal del Cártel de los Beltrán Leyva y Ovidio es el más importante del Cártel de Sinaloa han sido detenidos, pero la captura de Ovidio fue más por presiones de Estados Unidos, que por un cambio en la política del gobierno mexicano, durante este sexenio, grupos criminales han incrementado su control sobre territorios e inclusive han hecho huir a grupos militares. Durante la captura de Oviedo el gobierno mexicano pudo haber detenido y mermado seriamente las fuerzas del Cártel de Sinaloa, sin embargo, solo detuvieron a 20 sicarios, lo que mantiene casi intacta el liderazgo y estructura del Cártel de Sinaloa, aunque se habla de un pacto entre el Cártel y AMLO (principalmente por el saludo de AMLO a la abuelita de Oviedo), el apoyo a su familia (los apoyó para conseguir visas para visitar al Chapo en Estados Unidos) y los constantes viajes a Badiguarato, Sinaloa, y las pocas aprehensiones a líderes del Cártel de Sinaloa, es muy probable que AMLO siga con esta política y al Cártel tampoco le convendría, en caso de existir, romper el acuerdo que tiene con el actual gobierno. Por último, la captura no parece provocar una lucha interna en el Cártel, dado que hay otros tres hermanos que mantienen el control de las operaciones y al parecer Ovidio no era el líder más fuerte del grupo (presumiblemente sea Archivaldo) por lo que la estructura del Cártel de Sinaloa se mantendrá casi intacta y operando de la misma manera.

Sheinbaum atraviesa una racha negativa que afectarán su imagen sobre todo en la CDMX. Claudia Sheinbaum mantiene su estrategia mediática para seguirse posicionando como la principal candidata de Morena rumbo a la elección presidencial del 2024, realiza giras cada fin de semana al interior del país, impulsa estrategias mediáticas en redes sociales para posicionar su nombre (#esClaudia), realizó una intensa campaña de espectaculares en todo el país para posicionar su imagen. Esta última campaña se la atribuyó un grupo de diputados que manifestaron haberla financiado a pesar de que la Ley lo prohíbe. Ante esto, la Jefa de Gobierno tuvo que deslindarse y bajar la promoción de sus campañas, ya son varias las ocasiones que el TRIFE amonesta a Claudia por violar la ley haciendo precampañas (revocación de mandato y elecciones para gobernador en varias entidades del país) lo que podrían invalidar su candidatura. Inclusive el equipo de Marcelo Ebrard la demandó ante la FGR por delitos electorales, uso de recursos públicos y posible coacción. Posteriormente, a horas de elegir al próximo presidente de la SCJN la Fiscalía de la CDMX comunicó que la tesis de la ministra Jazmín Esquivel era la original y la exoneró de cualquier delito para luego desmentir y desconocer el comunicado (a pesar de tener sellos oficiales) lo cual fue interpretado como un intento desesperado de la Jefa de Gobierno de salvar la reputación de la ministra. El último hecho negativo fue el choque de trenes en el metro que causó la muerte de una estudiante de la UNAM y más de cien heridos cuando ella encabezaba una promoción de su gobierno en Morelia, Michoacán lo que le produjo una avalancha de críticas por la alta cantidad de accidentes que han ocurrido en su administración, tres de cuatro eventos mortales que se han suscitado desde su apertura (hace 54 años), de hecho, habían pasado 45 años sin un accidente fatal, ella se ha defendido que han realizado inversiones históricas, pero los datos muestran una caída en el presupuesto del mantenimiento lo que está generando cada vez más accidentes. Estos eventos pueden afectar sus niveles de popularidad en la CDMX más que a nivel nacional y podrán ser utilizados en campaña para denostar su trabajo como Jefa de Gobierno. Debemos espera a las próximas encuestas que saldrán publicadas para medir qué tanto han afectado estos acontecimientos la imagen y popularidad de la Jefa de Gobierno tanto a nivel nacional como en la Ciudad de México.

Mientras Claudia atraviesa por un mal momento, Ebrard tiene una buena semana por la Cumbre de Líderes. La Cumbre de Líderes de América del Norte posiblemente mejore la imagen de Marcelo Ebrard a nivel nacional, ante la falta de conocimiento del idioma inglés por parte de López Obrador, Ebrard actuó como interlocutor del presidente frente a los demás invitados. La visita de Biden y Tradeu fue amistosa y fue cubierta por todos los medios de comunicación, lo que le dio a Ebrard un escaparate, para lucir sus habilidades y capacidades frente a otros gobiernos. Es claro que Ebrard se diferencia claramente de la figura de López Obrador en estilo y presencia, mientras que Sheinbaum ha seguido una estrategia de parecerse completamente a López Obrador lo que le puede perjudicarla frente al electorado que todavía no decide por quién votar o entre aquellos segmentos que quieren continuar con la 4T, pero les gustaría un cambio de estilo y de prioridades, situación que no garantiza Claudia Sheinbaum, pero sí Ebrard que se mueve mejor entre empresarios y políticas menos nacionalistas.

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